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martes, 20 de julio de 2010

Por las calles de Taxco (primera parte).


Tiempo apenas suficiente para abandonar, al menos por unas horas, el infierno de la era industrial que es Ciudad de México.
No mucho tiempo en la ruta, una autovía bien cuidada, la emoción de subir la sierra de Guerrero...
Las primeras vistas de Taxco son espectaculares, vale la pena detener el auto en el mirador que se ubica unos kilómetros antes de llegar.

El hotel no decepciona en lo más mínimo, una vista espectacular desde el restaurante del hotel y las habitaciones al centro de la ciudad y su insignia: la iglesia churrigueresca de Santa Prisca.
Todo en el hotel es de un estilo mexicano rústico, campirano, lleno de rincones por descubrir, como una versión en miniatura de lo que espera al viajero al lanzarse a descubrir las calles de la ciudad (el tunel que va del lobby al hotel con herramienta de minería es genial).
Conviene dejar el automóvil en el hotel. Las calles son estrechas y únicamente recomendables para los expertos conductores de VW "escarabajos" de alquiler que se lanzan por las calles en una sincronía perfecta que, tras la impresión inicial resulta divertida y debe vivirse.
Sin embargo, lo cierto es que es una ciudad que debe disfrutarse a pie, las calles están cuidadas al extremo, y la arquitectura es uniforme, llena de casas blancas con tejados rojos.
Para el fotógrafo es un deleite, apuntas la cámara y tienes vistas espectaculares... la ciudad está repleta de miradores naturales que dan infinidad de posibilidades de composición de los íconos de la ciudad.
Las artesanías de plata se encuentran en docenas de pequeños talleres que ofrecen toda la gama de precios que pudiera esperarse. Desde sencillos suvenirs de "gama baja" y precio accesible, hasta joyas de reconocidos diseñadores que en boutiques de Polanco y Santa Fe se venden por cientos de dólares.
Quien piense que con una tarde en la ciudad puede verse todo lo que debe de Taxco, está en un error... es conveniente reservar, al menos, unos cuatro días. Existe una infinidad de cosas por ver. Y no solo para el viajero que tiene como prioridad la fotografía.
En fotos:
1. Vista de Taxco al alba, desde mirador. Canon EOS Rebel XS (1000D) 1/125, f 5.6, Canon 18-55 mm (18 mm).
2. Iglesia Santa Prisca desde Ángel Inn. Canon EOS Rebel XS (1000D) 1/30, f 3.5, Canon 18-55 mm (18 mm).
3. Pasillo hotel Posada de la Misión. Canon EOS Rebel XS (1000D) 1/80, f 5.6, Canon 18-55 mm (55 mm).